El fin del mundo[Jace,libre]

Desde de detrás de una roca observaba a el angel la habia visto por casualidad mientras volvia a casa. Todo un golpe de suerte. Me transformé silenciosamente, la chica estaba incluso loca y hablaba sola. Sonreí entrecerr los ojos, y mientras ella se acomodaba alí sentada yo salté hacia ella con las garras por delante buscando, desgarrar y matar. Me pareció darle desde el hombro hasta el brazo antes de que la hiciese caer por las rocas. Yo me sujeté a una y recuperé la posición dispuesto d enuevo a atacar.

M epego unas patadas y me reí de lo patetico de su intento salté hacía ella dando fuertes vandazos con mis cuatro alas funcionando a todo ritmo. Esta vez no usé las garras sino que puse por mis afilados dientes y fuí a morderle el cuelo. Había muchas venas y arterias a lo mejor se desangraba. Le dí un fuerte mordisco y me llevé un trozo de carne mientras sonreía feliz al escucharla gritar volvi a ir por ella y le pegué de lleno en la mejilla derecha.

- Tu no eres una dama -escupí con repugnancia las palabras.

Grité, me habia pillado desprevenido, ¿pero esta que era? ¿Un demonio? ¿Un angel? ¿Las dos cosas? La miré con odio y le rugí.

- ¿Te atreves a atacar a uno de los tuyos? -le escupí en la cara parte de saliva mezclada con su propia sangre- Eres una deshonra, no mereces vivir. Me das asco -recalqué totalmente asqueado con repugnancia- Le metí una garra en la cuenca ocular y le saqué un ojo- ¿Quién te ha dejado vivir todo este tiempo? Ni un ángel ni un demonio -comenté pensando- ¿Matas a tus compañeros de ambos lados? ¡Elige un bando o sino te largas! -me daba rabia ver que yo no tenia familia, pero por mi eleccion porque yo queria estar con los mios, y ver que gente como esa estúpida nos traicionasen a capricho suyo- No quiero volver a verte. Jamás -Aterrizé en las rocas y me transformé en humano aún regenerandome. Me limpie la sangre de la boca con la manga d emi camiseta.

- Entonces matate a ti misma, suicidate. Porque no eres mejor que yo, no tienes derecho a matarme -le grité, me senté en una roca, y escupí más saliva y más sangre mezcladas. ¿Y ahora que hacia yo con esta? Simplemente quería matarla pero no iba a matar a un demonio ni dejar vivo a un angel. La miré evaluandola- ¿Qué hago contigo, monstruo? -pregunté más para mi que para ella.

Empezé a tirar piedras contra la chica, con odio, le hacian pequeños cortes que enseguida desaparecian para volver a aparecer una piel nueva, brillante y sana. Fruncí el ceño, yo quería cargarmela.

- ójala estuvieses aquí papi -la imité con desprecio- Así verías que tu abovinación está viva y matando a criaturas como ella.-continuo despreciandola, intentando desenfadarme un poco para poder pensar- Eres también demonio, no sé como puedes unirte a los ángeles -comenté ya con mi voz normal mientras pensaba en si llevarsela a Trace, el haría algo de porvecho con la chica.

Había seguido a David en cuanto salí de mi casa para dirigirme a la universidad y vi aquella sombra y aquella electricidad que lo caracterizaba no pude evitar transformarme y seguirlo, me daba igual perder un día de universidad ya le pediría a Dan los apuntes, en mi movil habia varias llamadas de él pero el buzón de voz no me iba, no sabía lo que quería, pero bueno ya lo vería un dia de estos cuando todo se calmase. Lo seguí a gran distancia y mucho mas lenta que él, ojalá pudiese volar tan rapido pero aun andaba aprendiendo. Llegamos a.. un lugar blanco desolado.. el polo. Me escondí detrás de una roca más alejada de David pero pude escuchar la voz de Catherin y la del demonio rubio. Los observaba de soslayo escuchando toda la conversación. Me sorprendí por lo que decía David... Catherine.. era las dos cosas.. me molestaba que se pusiesen a pelear pero no podía ponerme en medio yo no....Estaba algo alelada sin.. sin saber que decir y lo unico que se me ocurrio fue ponerme en pie.

Trace, sí, el sabia que hacer siempre, y si no lo sabia que apechugase el era el jefe. El debia solucionar los problemas de los demas si queria seguir siendo el lider. Tan ensimismado en la pelea, en la conversación, en el monstruo. Mi hombro aun sangraba, el monstruo aun no abría el ojo, por si fuera poco de que ya tenía el problema con la abovinacion apareció un angel. En cuanto se levanto, antes de verla, note que no era un demonio,d esprendía luz, vida, no calor y electricidad como los demonios. Al ver no pude más que echarme las manos a la cara, que terminaron el el pelo, revolviendolo. La miré enfadado. Ella debería estar estudiando o con el lunatico, no aquí.

- ¿Qué haces aquí? -siseé.

Me quedé algo paralizada y balbuceé:
-P p pue... pues es.. est.. esto yo--yo.... -dije mirándo a todos lados menos a su rostro- t te te seguí -dije mirándolo por fin a los ojos.
Tanta información acumulada no era buena para mi cerebro tampoco era bueno que estuviese colada por aquel demonio creído. No no estaba colada claro que no ¿como iba yo a querer a un chico como él? El no me merecía yo me merecía a alguien mejor. Pero él era mejor. Ay dios que lío, como me odio, como suspendiese el semestre en la facultad la llevaba clara, bueno siempre me quedaba desfilar.

No tenía suficientes problemas ya, la deje escapar anoche, hoy tambien la dejaré escapar, he dejado escapar a su amigo humano, y encime no mataba al monstruo. Grité de pura impotencia y golpeé una roca con la mano. Miré a la chica cabreado, parecía asustado ¿qué más da? Así escapará y no tendré que matarla. ¿Y por qué no la mato? Noté que mi mano sangraba, pero ya s ecuraba, rápidamente, como siempre, eso por lo menos no cambiaba.

- ¿Qué me seguiste? ¿Para qué? -pregunté secamente y me dejé caer sobre una roca que usé a modo de sillón cansado de tanto preocuparse. Era un demonio, lo dejaría todo pasar, y si tenía problemas pues mejor para mí. Eso sí que sonaba masoca.

Lo observé y me sobresalté cuando golpeó la roca y entreabrí los labios.
¿Por qué lo habia seguido? ams a ver porque no había podido evitarlo porque el cuerpo me habia pedido que lo siguiese, claro que en mi forma humana una vez en mi forma angel notaba mas la electricidad y como me decía el instinto que me lanzase sobre él pero no había podido el estupido corazón no me dejaba lo peor es que hoy tenía sesión de fotos para una revista y la estaba cagando al máximo.. menuda bronca me iba a llevar.
-E.. el mundo es libre-le dije-. Puedo hacer lo que quiera-dije mirándolo sin expresión ninguna.

Escuché su respuesta, era algo pobre, pero en realidad tenía razón en cierto modo, claro que estar donde yo estaba no me parecia muy normal, ella sabria. Me acerqué a ella y pusé mi cara a escasos centimetros de la de ella.

- Tienes razón -susurré en voz muy baja, como si fuese un secreto- ¿Y qué piensas hacer ahora, Cornelia? ¿Luchar contra mi hasta la muerte para salvar a tu amiguita medio angel medio demonio? -me alejé un poco de ella y me volvi a sentar- Ya sabes las consecuencias, o mueres tú o muero yo. En el casod e que mueras tú también morirá ella. En el caso de que muera yo... os salvais las dos -hablaba de nuevo en un tono normal y sonriendo, como siempre.

Respiraba de forma profunda, cuando su rostro se acercó al mío mi respiración se cortó y lo miré fijamente a los ojos.Se alejó para sentarse y la respiración me volvió, lo continué mirando sin hablar. Eso no era justo ¿quien me mandaba a mi meter las narices en este asunto? Y yo no habia elegido ser un ángel además.... mis padres tendrían que ser angeles no....? Pero ellos no lo eran.
-¿Y por qué no lo dejamos en algo así estilo tratado de paz?-pregunté inocente alzando una ceja y mirándo de reojo a Catherine a mi me daba igual morir pero no me gustaría que si yo moría Catherine muriese y no iba a permitir que "David" muriese por muy estúpido que sonase creo que lo protegería de Catherine aunque no lo necesitase

Escuché su propuesta con uan sonrisa pero al final no pude evitarlo y me reí. Me reí a carcajadas, sin poder creerme lo que oía.

- ¿Eso crees? La paz es para vosotros, los ángeles y para una parte de el monstruo -dije señalando a la chica. Apoyé los codos en mis piernas y levanté la cabeza para mirar a Cornelia y le sonreí, feroz- Los demonios somos de guerra. Así que... -cogí una piedra del suelo, redonda y plana, perfecta para hacerla rebotar en el agua, y le dí vueltas en mi mano. Me pusé serio para mirar al monstruo a los ojos- dadme una buena razón para aceptar el trato.

Fui a contestar de forma impulsiva, fui a decirle: Por mi. Pero... daba igual me habia demostrado que no le importaba y yo esaba enamorada como una tonta de aquel chico.
Agaché la cabeza negando y mirando al suelo mientras mi trenza se agitaba conmigo,la cogí entre mis manos entretenida mirando mi pelo rubio sin querer levantar la mirada, allí no pintaba nada pero.. no habia podido evitarlo pero ahora no podia irme y dejar a Cat ahi sola... pero tambien era una demonio.... ¿como podia ser eso....? ¿no era un poco... raro?

Miré a Cornelia y le sonreí suavemente.

- ¿Ni una sola? -le pregunté al ver su cara, tiré la piedra al agua y la vi caer, no habia saltado- Supongo que yo te diré una, por el mismo motivo por el que te deje ayer seguir viva -sugerí recuperando mi anterior sonrisa, inquebrantable.

Alcé la cabeza mirándolo buscándo su mirada y me mordí el labio inferior, tragué saliva y le pregunté dando un par de pasos hacia él hasta quedarme a un paso escaso.
-¿Y cuál fue ese motivo?¿Cual ha sido ese motivo que me ha hecho sair viva en dos ocasiones? Aunque una de ellas no cuenta-murmuré esto ultimo para que solo me escuchase él.
Alcé la mirada sin perderla de la suya, como un puente que no quería que se destruyese, un enlace, un sueño inalcanzable.Para mi en ese momento era como si solo estuviesemos el y yo, olvidandome por un momento de Catherine