Sangre de demonio (Cat, después Trace y Jace)

Después de un largo día de transformaciones involuntarias llegué agotada a mi guarida, me tumbé en mi cama mirando el techo de ésta mientras cerraba lentamente los ojos.
Me dormí y soñé lo que pasó con Cat y Trace.
Me desperté de repente viendo que era un sueño e intenté volverme a dormir pero no podía, me quedé en la cama descansando con los ojos cerrados.

La voz de Cat me sobresaltó, me giré contra la pared para no verle la cara, fingiría estar dormida.
Sentía sus pasos acercarse aunque aun estaba lejos, pero la guarida hacía una especie de eco.
"Vete angelito..."

"No puedes saberlo, se que es una trampa"
Me giré aun con los ojos cerrados aunque no creo que se lo tragara.
Decidí abrir los ojos por fin y allí la vi, un poco mal por la oscuridad pero estaba acostumbrada.
-¿Qué... haces aquí?- Pregunté bostezando y con un tono de desprecio.

No la aceptaría como hermana, mucho menos después de haberme atacado a mi y a Trace.
-Pues no, no estoy bién, tengo un ángel en mi habitación que puede ser la cena.- Desplegué mis alas y saqué mis cuernos sin acabar la transformación completa.
Me levanté de la cama, quería intimidarla pero sin llegar a hacerle nada.

-¡Atacaste a Trace! Debería matarte por ello...- mientras me acercaba a ella ibamos saliendo fuera de la guarida, mejor, mas luz.
-Él no tiene nada que ver con nuestro padre y le atacas a él...- le estaba dando demasiada importancia a Trace, sabría lo que sentía por él, traté de quitarle importancia.
-Y aun vienes aquí preguntando como estoy yo...-

Me callé cuando dijo lo de monstruo, quizás me había pasado.
"¿Qué mas da? Es un estúpido ángel" "¿Y qué? Yo no soy así"
Tenía una conversación con mi demonio interior, me sentía rara.
-En fin, lo hecho hecho está, pero no esperes que te llame hermana.-

-Algo así...- "No mientes tan mal después de todo" ¿Por qué no callaba?
Si, era por eso y por Trace, pero que pensase lo que quisiese.
"Déjame salir completamente, nos lo pasaremos bién"
Escondí mis alas y cuernos por si acaso, quizás me descontrolase de nuevo, además ya no tenía que intimidar a nadie.
-¿Qué se siente al ser como tu? Un ángel demoníaco, o un demonio angelical, no se...-

"No harás lo que estás pensando"
Me acercaba lentamente a Cat mirándola a los ojos, unos ojos desesperados y confundidos.
"Te intenta dar pena, si lo haces te juro que te transformarás"
Abrazé a Cat con fuerza, supongo que en el fondo si que la quería pero mis genes no permitían mostrarlo.
Me transformé separándome de ella y elevándome un poco en el aire.
-Estúpida Ruby... abrazar a un ángel...- El demonio sacudía los brazos como si tubiese polvo o como si quisiese desprender de los restos de haber tocado un ángel.

-Me importa mas bién poco quien seas, solo se que molestas, piérdete.- ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Se llebaban mal incluso nuestros propios demonios?
Me puse en dirección de la salida de la guarida y pasé junto al demonio casi rozándole pero no le dirigí ni una mirada, no valía la pena.
Salí cerca del riachuelo de fuego, por suerte a nosotros no nos quemaba, quizás al ángel si.
"¡Déjame salir!"
-Se siente preciosa.-

-Húndete en el riachuelo y deja de molestarme.- mi demonio parecía mosqueado, no sabía por qué si había conseguido tomar el control.
"¡Salva almenos a Cat!" "Cierra el pico"
Subí al techo rocoso de la guarida y me puse a tomar el sol por placer.

Escuché lo que dijo el demonio, ¿El ángel tenía miedo al riachuelo de fuego?
Bajé lenta y silenciosamente y me acerqué por detrás.
Le propiné una patada en la espalda enviándolo al fuego y viendo chispas a mi alrededor.
Una sonrisa diabólica se dibujó en mi rostro mientras mi otro yo intentaba retomar el control.

Sonrió mientras le rasgaban el pecho, ¿No le dolía?
Apartó las manos del otro demonio y su cabeza.
-No sabes nada de mis planes...- soltó una risa mientras el otro demonio estaba girado y me transformé, volví a ser yo.
Tenía un demonio que no tardaría en atacarme encima y ahora mi cuerpo no podía utilizar el demonio.
-No me mates.- puse las manos estiradas intentando frenarlo.
"Cuando mueras ocuparé tu lugar definitivamente, dulces sueños..."

Los ojos se me llenaron de lágrimas al ver al demonio y saber el futuro que me esperaba, si en tan corto plazo se podía llamar futuro...
Cerré los ojos con fuerza y unos segundos después oí la voz de Cat
-Yo... no...- no sabía ni que quería decirle en ese momento, solo me salieron esas dos palabras.
La abracé de nuevo recuperando el abrazo interrumpido.
-Yo... el demonio... no quería...-
"Oh que tierno... patético..."