Campo de futbol [Danieeel]

Puse los ojos en blanco.
-Sí soy el tipico amigo de toda la vida que no existe para nadie-sacudí la cabeza-. No, me tenía que dar unos apuntes de clase porque no fui porque estaba en Londres...-cerré los ojos-. Dios estoy tan desesperado por desahogarme que estoy contandole mi vida a un pirómano llamado Benji, genial.
Sencillamente genial...

Sonreí totalmente satisfecho y despues ensanche aun mas mi sonrisa mientras escuchaba lo ultimo que decia.

- Debes de estar mas solo de lo que parece, Oliver -mundano- Y Benji es mi segundo nombre, de primero tienes David -comenté riendo como si se tratase de un plato de comida, y diciendole el nombre que me inventé ayer para decirle a Cornelia. Empezaba a acostumbrarme a aquel nombre.

Me revolví el pelo con las manos nervioso aun con el dolor por el golpe en la nariz, se habría puesto amoratada.
-Daniel pero puedes decirme como te de la gana como has estado haciendo hasta ahora-le dije sonriendo de lado y llevando mis manos a los pantalones buscando el ultimo cigarrillo que me quedaba. Bueno... quien dice cigarrillo... Era un porro vale si el ultimo no tenía más a la mierda las promesas. Lo cogí entre mis dedos y lo encendí con el mechero del otro bolsillo. Le di una calada relajándome.

- No deberías fumar, es malo para salud -comenté en tono angelical mientras seguia quemando la porteria- Cuando seas viejo y chocho, cuando nadie te quiera te pasarás el dia sin poder decir una palabra sin un ataque de tos previamente -me reí al pensar en como debia ser aquel chico de viejo. Sería el tipico cuenta batallitas con sus nietos en las rodillas. Empezé a silbar una melodía mezcla del himno a la república y el cumpleaños feliz tranquilamente.

-Me da igual-dije cerrando los ojos y escuchando sus silbidos como algo vamos a dejarlo en banda sonora lejana y que subía de volumen sola.
Le di otra calada al porro dejando escapar el humo por entre mis labios para luego respirar de forma profunda y darle otra calada.
Me tumbé sobre la hierb mirando al cielo y con el porro en la otra mano.
-Pues eso-dije.

- Bah, tengo sueño, estoy molido ¡Quiero sobar! -grité y me reí. En la red de la porteria se habia hehco un agujero considerable, tal vez incluso cabia yo, o quizás me quedaría suspendido por la red. Probaría a ver. Me dejé caer para atrás de espalda y resultó que si cabia. Caí dando un fuerte golpe contra el suelo, me dolia todo el cuerpo pero poco a poco se fue el dolor, era lo bueno de poder regenerarse. Me reí a carcajadas y seguí silvando- Así mejor -comenté mientras me acomodaba en el polvoriento suelo.

Escuché un fuerte ruido que me hizo retumbar los oidos me giré entrecerrando los ojos y viendo al chico en el suelo y acomodandose.
-Estás loco-dije como si dijese cualquiero otra cosa como una tarea cotidiana. Dios si que relajaba esto así conseguía aislarme un poco. Le di una ultima calada larga y volví a apoyar la cabeza sobre la hierba.
-Benji no eres un tio normal-le dije sin pensar.

Apoyé msi codos en la tierras levantando mi torso, lo miré y por un momento mis ojos pasaron a ser negros para luego volver a su color humano. Sonreí como sonreía a mis presas antes de darles el golpe final.

- ¿No lo soy? -pregunté inocentemente y subiendo el labio inferior- Me destrozas, oh, yo que quería ser un ovejuno más del rebaño y ahora soy la oveja negra -comenzé a llorar falsamente para terminar riendome- Tu tampoco eres normal -le repondí muy sgeuro. No era normal que me amenzase y se pusiese a hablarme a los cinco minutos. Yo era un demonio.

Me encogí de hombros ante lo que dijo y comecé a hablar lentamente y asegurando mis palabras:
-No soy normal porque me crié en una familia de anormales arruinavidas-me reí por lo que habia dicho era la mejor frase que habia dicho en mi vida-. De esa familia no puede salir nada normal-me reí sonoramente y volviendo a mirar al cielo parpadeando un par de veces. Se había puesto de color morado... genial ya empezaba el espectaculo?

Sonreí por lo que dijo sobre su familia, tal vez tampoco era tan malo para ser humano si hablaba asi sobre su familia.

- Ultimamente no hay muchas familias normales -comenté sonriendo, la mia tampoco lo habia sido, segun mis padres por mi culpa, segun yo por su estupidez- Así que estas enamorado de la an... Cornelia -comenté sin darle importancia de que estuve a punto de decirle angelita- Deberías lanzarte ya, que se te pasa el arroz, hombre -dije riendo- O creo que ya se te paso -añadí recordando lo ultimo que me dijo ella aquella noche, cuando le rasgué la espalda entera y solo se le ocurrio decirle que ya lo sabia, y no se quejaba ¿A que se referia?

Me encogí de hombros y negué con la cabeza
-Ya que más da, si se lo digo seguro que me da calabazas y si no se lo digo pues no se lo diré en la vida, si me da calabazas me iré de la universidad y me volveré a Londres con mi madre para que me contagie su locura sino le digo nada iré siguiendola todo el rato veré como se casa como tiene niños y yo seguiré soltero y amargado toda mi vida.Vaya mierdas que soy-comencé a reirme y no paré hasta que me dolió el estómago.

Le enseñé al chico mi dedo corazón con la mejor de mis sonrisas cuando termino con sus planes de futuro.

- No sabes montartelo, lunatico -dije riendo al ver como se reía. Totalmente loco- Díselo y la besas, si te da un tortazo sigue insistiendo hasta que encuentres a otra, te canses o te diga que sí. Si estás tan pillado por ella... -me encogí de hombros- Pero yo no haria eso -los ojos me relucieron maliciosos- Yo quitaría de en medio los obstaculos que me separasen de ella, sería más fácil. -bostecé y puse los brazos tras mi cabeza tranquilo- Aunque si yo em enamoro ya no seré yo, me habrán matado completamente -comenté con una sonrisa- Así que, ¿Qué piensas hacer, Oliver?

Lo escuché medio en mi mundo ¿me iba a dar consejos un portero pirómano?
-Aaaaaah pues... primero comprarme un paquete de cigarrillos luego ya veré -dije levantandome del cesped mientras me reía pero perdí el equilibrio y me apoyé en el poste de la portería palpando mis bolsillos en busca de algún pavo peeero estaba sin blanca

Ví como buscaba dinero para comprar tabaco, y tambien vi su cara de llevo los bolsillos vacios. Me reí de él y saqué dinero de mi bolsillo.

- Yo te dejaría dinero... -recalqué la palabra "dejaría" no pensaba regalarle dinero, bueno, para que mentir tampoco pensaba prestarselo- Pero es tan malo para la salud... por tu bien mejor que no -dije guardandome el diner de nuevo sacando un cigarro. Lo encendi y di una calada echandole el humo en la cara a Oliver- Ya sabes, me preoupo por tu salud -le expliqué con una sonrisa de oreja a oreja.

Alcé una ceja y le dije:
-No te preocupabas tanto por mi salud hace unos minutos cuando pegaste en la nariz -le reproché dejandome caer apoyado en el poste hasta sentarme de nuevo en el suelo.
Que injusta es la vidad. De veras.

- En realidad si, te veía muy paliducho, y dije vamos a que corra la sangre, a ver si le dan colores. Y... acerté, no es por nada pero, yo siempre acierto -hablaba con mucho orgullo y totalmente vanidoso- Llegaste tan feliz y mira, ya estás depresivo, deberías cambiar eso de los cambios de humor, repentinos, puede ser grave -dijé muy serio para después sonreír muy satisfecho y feliz de mi mismo. ¿Eso lo habia conseguido yo? ¿Había transformado a un chico optimista y bromista tal y como habia aparecido en uno pesimista y depresivo? Era un genio.

Alcé una ceja divertido.
-¿Y quien eres tú para decirme lo que debo hacer? Supuestamente no deberías no sé dejarme hacer lo que me de la gana con mi vida, venga ya si te acabo de conocer, en serio solo lo haces por joder un rato, ¿no? Bah no contestes ya se la respuesta.
Bufé y me levanté yéndome a la fuente y mojándome la cabeza para despejarme entonces me di cuenta de que el balón habia bajado por la pequeña colina y estaba al lado de la fuente, lo pateé flojo manejándolo con los pies y volviendo a donde estaba el tal.. ¿como se llamaba? Bah Benji.

Me levanté con el cigarro entre los labios y le pusé los brazos alrededor de los hombros al lunatico y le sonreí.

- Yo sé lo que necesitas, una visista a un bar, te emborrachas y ya verás que feliz y tranquilo te quedas -dije sonriendole tiré algo de ceniza al suelo de mi cigarroy le di otra calada- Eres demasiado estricto contigo mismo, relajate, supendes un examen, pues ya habra otro -al ver que ponia cara rara le solté y ´lo miré inquisitivo- Si vienes, te doy dinero para tabaco -fumador y borracho, estoy iba a ser la bomba, nunca habia visto esto d emanejar a humanos como un juego pero si que era divertido.

Fruncí el ceño, a mi lo de beber no me iba mucho la verdad entre otras cosas porque casi nunca conseguia una copa decían que tenía pinta de niño o me pedían el carnet y como no tenía 21 pues me jodía.
-No tengo 21 no puedo beber-le puse de excusa y me revolví el pelo mojado.
Aunque la oferta de que me diese dinero no sonaba mal aunque si en vez de cigarros fueran para un par de porros mejor

- No hay problema, yo tampoco tengo 21 pero sé donde y como conseguir las botellas -dijé riendo, ¿de verdad era eso lo que le preocupaba? Sí, necesitaba urgentemente un cambio de actitud- De todas formas... ya no vas a tener tus apuntes, ¿y et piensas tirar toda la tarde dandote cabezazos contra la pared? Mi oferta es mucho mejor -dije en un tono seductor.

-No me doy cabezazos.
Lo miré alzando una ceja y contestando alzando las manos.
-Siento decepcionarte pero.. no soy homosexual-le dije sonriendo, iba a broma pero bueno a lo mejor lo era porque esa ultima frasecilla sonaba algo... sugerente.

- Ya lo creo que si te los das, das el pego, ya sabes -dijé sonriendo, su siguiente comentario, contra todo pronostico en vez de cabrearme me divirtió- Ya, lo que tú digas. No em refería a eso, pero si lo has pensado... -pusé los ojso en blanco- por algo será.- Me miré y exhibí mi brazo mirandolo con malfingido orgullo- Ya sé que soy guapo, joven y lo tengo todo... pero contente, Oliver - me brillaron los ojos y em reí- En la serie nunca salio pero yo creo que Oliver y Benji estaban liados -anetes d eque replicase puse las manos en alto- Pero mi tipo es más como Cornelia -resumí divertido al ver su cara cuando pronunciaba el nombre. Se picaba por todo, el pobrecillo.

Lo escuché negando con la cabeza y cuando pronunció el nombre de Cornelia me mordí el labio y lo miré.
-Venga vale ya ¿a que bar vamos primero?-le pregunté quería sacarmela ya de la cabeza, este chico tenía razón estaba colgado por la chica y no me hacia ni caso y si no se daba cuenta sin que se lo dijese debería ir a por otra y olvidarme de ella. Hoy me olvidaría mañana iría a por otra. Sí, eso haría.

- Genial, a cualquiera, conseguiremos bebida en cualquiera -le dijé con una sonrisa maliciosa- Puedes elegir por aquí...o en otro barrio, en otra ciudad, incluso en otro continenete no tengo muchos planes, aunque tardariamos demasiado, la verdad -me reí y apagué el cigarro con el pie mientras me reía solo- Aprenderás a vivir -dije mirando a lo lejos. En cierto modo me daba pena, al chico este s ele iba la juventud con amores imposibles y tonterias por el estilo, debía empezar a vivir. Vivir de verdad.

Sonreí.
-Me da igual a cualquier sitio mientras pagues tú-caminabamos dejé el balón por allí tirado, escuché como rebotó pero me dio igual , me encogí de hombros mientras cruzabamos la calle y el niño este miraba al horizonte.
Metí mis manos en los bolsillos y miré al primer pub que nos encontramos, ahora la gente estaba con el café de la mañana sería un poco raro que.. bah da igual.
-¿Aquí?