Feria [Libre]

Niños pasando, de un lado a otro, de un lado a otro, y todos queriendo montarse en todas y cada una de las atracciones, sabiendo de la falta de tiempo y el dinero. Y todos ellos eran pequeñas victimas llenas de vida, me quedé en la esquina al lado de un cacharro, la casa de los horrores, en cuanto encontrase mi victima aquel lugar seria el perfecto para acabar con ella. Mi edad me hacía parecer joven y todos se fiaban de mi, encendí un cigarro y tomé una calada mientras miraba pasar a humanos, pero yo no me conformaba con eso quería alguien rebosante de vida. El hombre de las atraciones me gritó algo, no quería que me quedase en la puerta sin pagar mi entrada y pasar. Me reí sonoramente y lo miré de reojo << Metase en sus asuntos>> oí que decía un niño que buscaba pelea. Quizás aquella podía ser mi victima perfecta.

Iba con unos amigos en la feria y habían insistido entrar en la casa del terror, bueno vale, por lo menos ahí no había payasos claro que no, si era una atraccion de miedo y a nadie le daban miedo los payasos... bueno a mi sí, pero si soy rara no es culpa mía.Ibamos avanzando por el pasillo "tenebroso" en serio patético, íbamos Nadia, su hermana pequeña, Justin y Derryck y qué ocurrio para mi desgracia? Un payaso ¡Si un payaso! Comencé a gritar le di un empujón y continué corriendo sin mirar atrás ni por donde iba hasta que salí de aquella dichosa y cutre atracción chocándome con un chico que estaba a la entrada. ¿Tanto corría yo sin mirar? Hala. Alcé la cabeza apartando mi pelo rubio del rostro y mirándolo.
-Lo siento-murmuré.
Era como.. aquel chico de la cafetería.. electricidad... ¿sería un demonio? pero los demonios pódían ser tan guapos?

-Estúpida inconsciente -solté en cuanto sentí que me empujaban, aquellos niños borrachos, odiaba a esos noños. Se destrozaban la joventud y yo em quedaba sin presa, pero aquella parecía bastante sana, lo cual solo dejaba la opcion de que se habia chocado por ser muy torpe. Cuando me fijé en ella, lo noté, no era una simple humana, era un ángel, le sonreí- Perdón, pensé que eras otra persona -una que no me sirviese- ¿estás bien? -le pregunté con voz dulce, ella no se habia percatado de que yo era un demonio y aunque las peleas eran divertidas una presa no se dejaba escapar así como así.

Bajé la cabeza avergonzada cuando escuché algo asi como estúpida inconsciente peor luego me miró y dijo que se había confundido, sacudí el pelo cuando me preguntó y contesté.
-Sí estoy bien, en serio lo siento ¿te he hecho daño?-le pregunté.
No, él no era un demonio, era simpático bueno aunque yo no sé como son los demonios, el caso es que este me cae bien y me suena de algo. Le sonreí de lado de forma simpática y extendí la mano hacia él:
-Me llamo Cornelia.
El caso es que el chico me era familiar, a lo mejor iba a mi universidad.

Reconocí a la chica, más que por el aspecto por su manera de comportarse, era aquella que habia visto en el pub la otra vez. Con la que pasé la noche, aquella noche... sonreí divertido. Me marché antes que se hiciese de día, pero la chica, ahora descubría que se llamaba Cornelia parecía muy feliz cuando me fuí. No sé porque no descubrí antes que era un ángel.

- David -dijé tendiendole la mano, yo no le iba a dar mi nombre real siendo un ángel- Y ya sé quién eres, siento que no pudiese despedirme la otra noche -mentira- Esa una suerte que nos hayamos vuelto a encontrar -y más mentira, aunque en cierta forma sí que lo era ella me iba a dar muchas cosas antes de morir.

Sonreí .. David, se llamaba David, vale, ¿otra noche?otra noche... Corny haz memoria... pub, chico rubio, doscientas mil quinientas copas de más, y todo el mundo bailando... ah vale día siguiente por la mañana en la cama desnuda y y y con resaca ay dios ay dios. No voy a volver a beber en mi vida y lo peor es que no me acordase de pasar una noche con él ¡con ÉL! Sonreí.
-Sí, vaya casualidad-sonreí apartando el pelo tras la oreja.
Dios mio de mi vida de mi corazón y el niño Jesús en el pesebre ¡QUE VERGÜENZA!

Empezó a sonrojarse y sonreí satisfecho con su reacción, sí, estaba llena de vida... de mucha vida. La miré a los ojos y le aparté el pelo con la mano con suavidad, cuanto mas atontada estuviese mejor, pensé divertido.

- Y ¿viniste sola? -le pregunté con voz melosa. Aunque era un problema, yo quería matarla a ella no a todos sus amigos para que sospechasen algo los ángeles, aunque por regla general, eran en su mayoria bastante estúpidos- La noche es muy peligrosa para que andes tu sola -comenté lleno de falsa preocupación.

Agaché la cabeza sonrojada mientras escuchaba sus palabras. Alcé la cabeza y lo miré a los ojos pero no podía... retiré la mirada y continué hablando.
-Pues iba con unos amigos pero parece que ya se han ido.
Miré a mi alrededor, habrían salido de la atracción y al no verme con tanta gente se habían ido, pensando que habría regresado a casa.
-Pero se cuidarme sola.

- Estoy totalmente seguro de ello, -le dijé tendiendole una mano- pero sería mucho mejor que te acompañase, no estaría tranquilo si fueses sola hay mucha gente poco deseable pos estos sitios -le sonreí poniendo todo el encantado que pude y le di un beso en el pelo- ¿Confías en mi? -estupida, ya habia caido, le segui sonriendo y incline ligeramente la cabeza sonriendole, sonaba a una pelicula d edibujos animados, peor ella se lo tragaria igualmente- de todas formas...ya hemos pasado mucho juntos -añadi.

Sonreí y escuché su pregunta, asentí.
-Claro que confío en tí- sino hubiese sido asi no habria perdido la virginidad con el bueno da igual cuando una está borracha se hace de todo-.Pero aún así no sé casi nada de tí ¿estudias alguna carrera?-le pregunté
Era verdad no lo conocía casi de nada, sobretodo porque no me acordaba casi por la borrachera que llevaba.. borrachera del 15 la calificaría yo.

Me reí al escuchar lo que me decía ¿yo? ¿estudiar? sí estaba estudiando la mejor manera de matarte, angelita. Tendría que inventarme algo rápido para que la chica confiase en mi y no saliese corriendo sin ni si quiera darme la oportunidad de asustarla de verdad.

- Claro que sí, no voy a ser un mantenido -comenté riendo, para ser un mantenido antes mato a mis padres y me quedo con su dinero como hize con ellos hace un año. Policía..no pensé riendome, lo que me faltaba, abogado tampoco, bueno algo que le pareciese pensar que está en muy buenas manos- Medicina, o por lo menos lo intento es algo díficil, ya sabes -le dijé dedicandole una media sonrisa. Por ahora soy un chico dulce y bueno, me llamo David y estudio medicina, no podía mentir más- ¿Y tú señorita-sé-cuidarme-sola? -le pregunté en tono bromista. Y le tendí la mano, a lo mejor ahora si la cogía..

Lo escuché con una sonrisa en el rostro entonces él era como yo no le gustaba que sus padres se encargasen de todo, me tendió la man ¿medicina? Fruncí el ceño no lo había visto por la facultad.
-Medicina-contesté-. No te he visto por la facultad, ¿donde estudias?-le pregunté a lo mejor él era uno de esos que no iban a clases y fotocopiaban los apuntes de los demás.
Estreché su mano, esa electricidad que sentí en la cafetería cuando estaba con Catherine y aquel demonio cerca se intensificó. Incliné la cabeza y le sonreí. Bah no podía ser un demonio claro que no.

Esta chica era tonta, ¡¿No pillas que soy un demonio, santa teresita?!. Le sonreí con dulzura, asi que ella estudiaba mediciana, oh, pero que enternecedor, intentando salvar la vida de los demás. Aunque algo, bastante, muy estupido, no podría salvar si quiera la suya.

- Tengo mis métodos, procuro no perder tiempo llendo a clases, -le expliqué, ahora solo me faltaba que coincidiese viviesemos en la misma calle, o la que supuestamente sería la mia, y la fastidiase sin ni si quiera saberlo- No es que lo que digan lso profesores sea erróneo, pero para mi entender, cuando explican sólo consiguen confundirnos -le sonreí encantadoramente y le extreché la mano. Tenía un hálito de vida dulce y te rellenaba por dentro simplemente tocandola, me hacia sentir fuerte, poderoso, invencible. La conducí por la feria con cuidado- ¿Quieres que te lleve a casa o te gustaría acompañarme un rato esta noche? -tanto si elegía una como otra conseguiría algun callejon apartado para mis fines. Le dí un beso en el dorso de la mano elegantemente y le sonreí para confiarla.

Lo escuché sin borrar mi sonrisa, era un chico curioso diferente a mi entender. Me caía bien pero algo me decía que no debía fiarme algo en mi interior sabía que no era un simple humano pero prefería no hacerle caso claramente.Me besó el dorso de la mano y mis mejillas cobraron un color rosáceo, me encogí de hombros ante su pregunta.
-Creo que... prefiero acompañarte un rato esta noche-le dije sonriendo, no tenía ganas de volver a casa además esta noche si estaban mis padres, la otra vez cuando fuimos a mi casa ellos estaban de viaje por suerte para mí.
-¿Sabes?-le dije mirándolo a los ojos inclinando la cabeza como una niña inocente-. Creo que me caes bien-le guiñé un ojo.

-Eso es todo un alivio, nos abría como soportar el que tú no me soportases a mí -dijé con un tono de alivio en la voz. Si yo no lo gustase sí que había manera de soportarlo, mantándola- Sobretodo después de lo unidos que hemos estado -le recordé otra vez, me hacia gracia lo fácil que era sonrojarla- Pensé que huirías de mirarme después de todo -le miré a los ojos viendo como cada vez se ponía más nerviosa y sonreí malicioso- ¿Tienes novio? -le pregunté con un tono muy inofensivo e inocente en la voz mientras entornaba mis parpados complacido por sus reacciones ante mis actos.

Sonreí, sus palaras dulces me hacían sonrojar por cada frase que salía de entre sus labios. A su última agaché la cabeza dejando que mi pelo rubio crease un velo entre nosotros, por suerte era de noche, sino mi piel sería la envidia de cualquier tomate. Entreabrí los labios y contesté en un murmullo.
-No.
Alcé el rostro volviendolo a mirar claro que él si que tendría novia ¿cómo no iba a tener? Era tan dulce, tan simpático, era todo un ccaballero de los que no se encontraban ya. David estaba en peligro de extincion.

Mmmm, era dulce pensar que la chica era un angelito en toda regla. Soltera, inocente, llena de vida, responsable y seguramente también inofensiva. Por una parte me gustaba su respuesta por otra no... en parte no sabía por qué pero por otra parte era porque habria disfrutado matando a su novio y estando delante cuando ella supiera de su muerte.

- Así mejor, -le contesté totalmente convencido- no podríamos ser amigos si estuviesemos comprometidos, tener un noviazgo quita mucho tiempo. -le dije dedicandole una sonrisa entre arrepentida y feliz- Siento quitarle algo de magía -concluí riendo me era fácil fingir emociones de cualquier tipo, menos las de enamorado, tal vez porque nunca habia llegado hasta ese punto con ninguna victima. Cuando ellas estaban enamoradas de mi yo aun las trataba como a amigas. Ví que temblaba, no hacia frío aquí ¿no? yo no sentía nada el calor me recorría por dentro le puse mi chaqueta al angelito. Era como calentar un pollo, no quería que mi presa se destemplará. Me miro raro- Creí ver que tenías frío -contesté encogiendome de hombros con mucho cuidado, no creía que el escalofrío fuese de miedo, aún no.

Alcé una ceja divertida por lo que dijo, me dio un escalofrío, miré al cielo despejado y completamente oscuro sino fuera por la luna y por las luces de la feria. Lo miré y su respuesta no me sorprendió. Suspiré y me quité la chaqueta diciendo:
-A ver que.. bueno que tuviesemos un lío en el pasado no quiere decir que nos conozcamos del todo David y.. ams siento que estás jugando conmigo-dije parándome y frunciendo el ceño-. Estoy acostumbrada a qye os aprovechéis de mi pero si va a ser así para ya por favor.
Dije mirándolo de forma seria a los ojos. Ya habían jugado demaisado conmigo.

Cerré los ojos como si una jaqueca me atravesase desde el centro de mi cerebro a mis ojos, pero no era un simple dolor de cabeza, era yo, simplemente lo que yo mismo era que quería salir a la superficie y divertirse. No, aún no, aquello estaba siendo complicado, me dolían los musculos, respira... ¿Qué quería esta angelita? Era como hacercarse a un asesino y preguntarle: ¿usted es bueno? y espera además que te contestase: No, bonita yo soy un c***** asi que alejate de mi.

- No sabes lo que es que jueguen contigo -se creía que un corazon roto era que jugasen con ella, pues estaba muy equivocada, y lo descubriría esta misma noche le sonreí- Como quieras, no planeo obigarte a que seas mi amigo, Cornelia - pronncié su nombre como si fuese mi debilidad, con mucho dolor.

Escuché sus palabras recalcandolas en mi mente y aprentando los dientes le dije:
-Y tú si lo sabes ¿no?
Ay dios Cornelia por el amor de tus padres estás peleandote por un chico que está C-A-Ñ-Ó-N ¿oks monada? Así que no seas tonta y no lo fastidies.
<>
Eres una paranoica que lo sepas
<<¿Es que no notas la electricidad?>>
Paranoica
Que ganas de estirar las alas me estaban dando pero.. aqui no ni ahora... estaba "discutiendo"

Abrí los ojos, ¿Qué si lo sabía? Por supuesto, recordé al ángel primero fui su amigo y despues maté a sus dos compañeros de piso, sus padre estaban muertos así que no pude hacer otra cosa. Los maté uno a uno, y le hize creer que era un asesino en serie, y el era el siguiente. En lo último no se equivocaban. Pero supuse que ella se refería a si habian jugado conmigo, ¿a mi? Quién me la jugaba no salia vivo así que casi andie se atrevía, solo dos personas fueron tan osadas de jugar a la de padres victimas conmigo durante 18 años, claro que eso terminó. Tuve que terminarlo yo.

- Mis padres eran unos especialistas en ello -me limité a decirle, podíua referirme a cualquier cos ay no iba a decir ni una palabra más, el dolor remitía un poco... sólo un poco, no aguantaría sabía que no. Teníamos que ir alejandonos de allí si quería terminar bien esta noche- Yo ahora me dirigía a la playa, a dar un paseo ¿vienes? -le pregnté inocentemente, ya empezaba a trazar un plan por si me decia que no.

Alcé una ceja ante su respuesta y por su ofrecimiento me limité a sonreír y agitar la cabeza contestando:
-De acuerdo-sonreí
Toooooonta no tropieces dos veces con la misma piedra
<< No tropiezo solo quiero conocerlo >>
Ya vas a conocer a la persona con la que lo hicistes una noche y solo por ser tan... tan...puff tan idiota basicamente
<< solo quiero llevarme bien con la gente y sobretodo con una persona que deberia ser importante para mi>>
Lo que tu quieras suicida.
Me puse bien su chaqueta, las mangas me quedaban largas pero bueno, saqué mi pequeña mano y busqué la suya entrelazándola.

Salimos de la feria el aire fresco chocaba contra nuestras caras, ayudandome a pensar, y a la vez confundiendome. Yo estaba acostumbrado al calor no a el frío. No parecía muy confiada conmigo, sí era una angelita que empezaba a despertar, <<¿Ya empiezas a notarlo, cielo? Sí, somos enemigos y tu caiste en las redes del enemigo>> Me gustaba decirles a los angeles cielo, era como poner textualmente que si a ellos siempre le daban en mitologias y todo el cielo era porque se pasaban todo el dia en las nubes, simplemente. Ahora me daba cuenta de que sí que habia jugado conmigo en cierto modo, aquella noche, se me escapó haciendose pasar por una humana, aquello me daba más ganas de acabar con ella.

- Lo cierto es que no me gustan mucho las ferias, fuí por un amigo, le vuelven loco -sí haya tanta gente a la que matar, a mi amigo interior le encanta- Supongo que se habrá dejado llevar por ahi dentro -dije encogiendome de hombros. Sentía que empezaba a despertar, me causaba una gran satisfacción. << Sí, cielo, ¿lo notas? ¿te diste ya cuenta?>>. Aun así seguí actuando y le sonreí amablemente, yo actuaría hasta que ella se transformarse, ni antes ni después, justo en ese momento.

Sonreí y lo escuché encogiendome de hombros y sin soltar su mano a pesar de esa elecricidad que comenzaba a ser insoportable. Si habia estado tantos años sin transformarme no iba a joderlo todo ahora. Respiré profundo y le sonreí diciendole:
-Yo vine con unos amigos y la hermana pequeña de una... no me gustan las ferias ni los circos siempre hay payasos-negué con la cabeza sonriendo a pesar de que habia dicho que mi mayor miedo eran los payasos.. si los payasos.. y no me habia sonrojado, tal vez era porque me comenzaba a dar cuenta de que David estaba jugando conmigo desde el principio-. Yo soy más de parques de atracciones
El frío de la noche rozaba mi rostro algo que me distraía para no echar a volar y dejar a David alli

- Quizás podríamos ir juntos a un parque de atracciones algún día, también me gustan más a mi - no dije nada sobre el hecho de que le daban miedo los payasos ¿los payasos? Sólo podían matarte de risa, sie ra eso lo que le daba miedo. Sentía poco soltaba a veces mi mano como queriendo irse y la volvía a coger, parecía que no se decidía a que hacer. La playa ya se veía a lo lejos, no habia gente, todos estaban en la feria. Me gustaba el ambiente.- A mi los payasos de pequeño sí que me gustaban. - sobretodo ese tan mono de la película de Saw- Luego se les fue el encanto -comenté sonriendo.